Noche del lunes 24 de enero de 1977. Suena el timbre en un despacho de abogados laboralistas situado en el número 55 de la calle Atocha. Dos personas acuden a abrir la puerta. Ninguna imagina que al otro lado se encuentran sus verdugos, un comando de ultraderecha, que irrumpe a golpe de pistola para llevar a cabo “una acción patriótica al servicio de España”. Una terrible masacre que causó cinco muertos y cuatro heridos graves. Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal no sobrevivieron. Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz tuvieron que vivir con sus secuelas. ¿Cuáles pudieron ser las razones que convirtieron una huelga del transporte privado en el detonante de una masacre de abogados laboralistas? Esta pregunta vertebra una investigación que explora las distintas posturas acerca de cómo debía desarrollarse la Transición y la violencia política que acompañó a este periodo; la victoria del sí en el referéndum para la reforma política y el progresivo desmantelamiento del régimen; los sucesos de la Semana Negra de Madrid y la respuesta social ante la violencia; y las irregularidades durante la instrucción sumarial y el juicio, cuya sentencia puso fin a un atentado que sacudió los débiles cimientos sobre los que se estaba construyendo una deseada, pero a la vez temida, democracia.