En las inmundas y peligrosas callejuelas de un mercado que se ha tragado poco a poco la ciudad, viven tres «monstruos». Gottwald, Levert y León hallaron cobijo con un viejo ciego tallador de máscaras quien, desconociendo que uno tenía cola, el otro escamas y el tercero estaba cubierto de pústulas, los amó por igual como un padre. Pero una mañana los hermanos marginados encuentran un libro que los descoloca: la historia de Gwynplaine, el hombre marcado a punta de cuchillas con una eterna sonrisa y al que venerarán como el dios que los guiará en su venganza contra la sociedad que los ha desterrado.
Abrevando de la literatura clásica gótica y de los mejores exponentes del terror, en Los actores perversos unos seres desdichados y una hermosa e ingenua cineasta serán trastocados por la tragedia de El hombre que ríe, en una provocadora novela sobre la monstruosidad y lo que nos hace tanto diferentes como irremediablemente humanos.
José Adiak Montoya, uno de los mejores narradores de su generación (Granta), «actualiza la novela gótica para entregar un libro sobre monstruos que resulta terrorífico, pero a la vez profundamente humano y conmovedor» (Bernardo Esquinca).