En "Los cabellos de Absalón", Calderón desarrolla la historia bíblica de Amón y Tamar, añadiendo al relato primitivo no pocos elementos de su propio ingenio. Esta edición fija el texto de la obra y lo depura de los insertos y modificaciones ajenas a la voluntad del autor. El resultado es un texto muy diferente al que la tradición había recogido hasta ahora, e inaugura nuevas perspectivas para el análisis de su contenido filosófico, político y de crítica social.