Tras la cruel ejecución de Issa, su cuerpo desaparece de la morgue de Kaópolis. Las autoridades creen que sus discípulos lo robaron y lo ocultan para provocar un alzamiento de la población. Los discípulos, a su vez, piensan que los asesinos no quieren entregárselo por crueldad. Esa encrucijada determina las acciones de los protagonistas. Betania es la única que sabe que Issa, su maestro y amante, vive aún, pero ha huido a la India. Pronto la represión que se desata contra sus seguidores y sus familias la lanzará al exilio a ella y a sus compañeros: Simón, Andrés, Juan y Salomón. Cada uno tomará rumbos diferentes y en medio del caos reinante proclamarán que el fin de la humanidad está cada vez más cerca. Betania será la narradora de esta parte de la historia.