De la unión creativa de Charles Dickens y Wilkie Collins nació esta divertida novela protagonizada por dos profesionales del ocio en una Inglaterra victoriana cuyas virtudes rectoras eran el trabajo duro y la productividad. Como el Bartleby de Herman Melville, el dúo cómico formado por Thomas Idle, un ocioso pasivo, y Thomas Goodchild, un ocioso activo, preferiría no hacer nada. Sin embargo, hilarantes aunque modestas aventuras les salen al paso en sus viajes por Inglaterra. Un libro breve y delicioso en el que conviven el relato de fantasmas, el realismo lírico y la caricatura.