¿Qué pasaría si todo lo que no te gusta desapareciera y apareciera en la panza de tu mascota: las tareas, la boleta de calificaciones, los regaños de mamá, la vecina gritona, la verruga de Miss Lupita, el cinturón de papá, los cachetes de Rebeca, la sopa de fideos, lo que te da miedo, la escuela, los aviones, los cinco continentes, las estrellas... hasta que no quedara nada más?