Los personajes se transforman como se transforma la materia y en la que pasado, presente y futuro son parte de una misma sustancia humana y literaria.
Víctima de un cáncer, el atormentado escritor Persio quiere entregar a su amigo Ariel un conjunto de cartas, entrevistas, notas, esbozos de capítulos para que éste construya una novela a partir de dicha materia prima. Paso a paso, el lector descubrirá, de la mano de Ariel, la naturaleza híbrida -imaginaria y real- de dichas páginas.
Junto a la historia fragmentada de muchos personajes propios del barrio, se alza la voz impetuosa de Papiro (contrapeso de Persio y autor de algunas de las más bellas y apasionadas páginas de esta novela), quien insiste en una idea necesaria: nada es pequeño o intrascendente. Aquello que goza de prestigio no es más importante que lo que ha sido sistemáticamente ignorado. Tan extraordinario es el mabí como la champaña, nos dice.
El barrio de Villa Francisca, la terrible dictadura de Trujillo, las ciudades de New York y de Roma enmarcan a Materia prima (publicada por primera vez en 1988).