Juana es una niña pequeña que siempre está hablando, siempre está haciendo preguntas y siempre está entrometiéndose, en palabras de su hermano mayor. Así, en unas cortas vacaciones en el Pacífico colombiano, gracias a la sabiduría ancestral de Willi, el barquero cuidador de ballenas, y a las inagotables preguntas de Juana, el hermano logra entender la fascinación que por siempre han inspirado estas "mágicas voladoras", habitantes del fin del mundo. Con la sinfonía del fondo del océano llegan también las respuestas a muchos de los interrogantes que surgen de su adolescencia. Tras este inolvidable viaje, el hermano de Juana nunca más volverá a conformarse con la mera imagen de las cosas a través de su lente fotográfica. Seguramente, su relación con mamá y hermana no volverán a ser las mismas, aun cuando él siga pensando que no todo el mundo ama de la misma forma.