¿Debemos mordernos la lengua y tragar? Conozcamos cómo funcionan estos nuevos fundamentalismos para evitar que nos manipulen.
En nuestra globalizada «sociedad de la información» se ha instalado la desinformación de la mano de dos fenómenos sintomáticos de nuestro tiempo: la corrección política y la posverdad, manifestaciones contemporáneas de la quiebra de la racionalidad y la estupidez. Ambas impregnan y pervierten el discurso de políticos, medios de comunicación y redes sociales, afectando las relaciones personales y profesionales e incluso la creación, la investigación y las expresiones artísticas.
¿Debemos mordernos la lengua y tragar? Conozcamos cómo funcionan estos nuevos fundamentalismos para evitar que nos manipulen.