Situaciones cotidianas y personas normales son examinadas con la lupa de la inteligencia y el humor por una de las escritoras más destacadas y queridas de la literatura argentina.
«Ya era una ex madre, pensé, una mujer con ex trabajos, ex entusiasmos y creencias, ex amigos y ex amores, tenía toda una ex vida por delante. La que uno lleva a rastras atada por el hilo cada día más frágil de la memoria.»
Con cada libro, Inés Fernández Moreno nos sacude del letargo cotidiano y nos interpela, con inteligencia y sentido del humor, sobre nuestras vidas al mostrarnos situaciones y personajes que son, ni más ni menos, quienes nos rodean. Una viajera aterriza en el aeropuerto y de pronto ve una bota dando vueltas por la cinta transportadora, sola, perdida. Un paseador de perros no logra contenerse y le cuenta a su amigo la sesión de sexo salvaje e inesperado que acaba de tener con una clienta. Dos novios de la adolescencia se reencuentran después de décadas, cargados con la enorme expectativa de que esta vez pueda concretarse su deseo. Una pareja decide remodelar la cocina de su casa y él, arquitecto, no puede evitar criticar cada decisión que ella va tomando. Todos podemos contemplarnos en esa pareja, en esos novios jóvenes o ese paseador de perros.
La crítica dijo:
«La destreza para construir microclimas y epifanías sin que se le note un solo gesto es notable. Un modo de narrar que jamás muestra sus costuras, y sin embargo no cede un solo milímetro de fervor poético.»
José María Brindisi, La Nación, sobre No te quiero más
«Chejovianos de alma, los cuentos de Inés Fernández Moreno, parafraseando al maestro ruso, "son comedias, no dramas melancólicos". [...] la escritora narra la levedad de lo cotidiano desde una profundidad de perspectiva poco frecuente.»
Silvina Friera, Página/12
«Inés Fernández Moreno demuestra tener el ojo del coleccionista. Captura el fragmento que es capaz de hablar por toda una serie, el trazo revelador.»
María Sonia Cristoff, La Nación
«Con insidia se fomenta a veces la idea de que tal vez los libros de cuentos no hablen de casi nada. Cuando son buenos, sin embargo, se descubre que se ocupan de casi todo.»
Elvio Gandolfo, sobre La vida en la cornisa