Las provincias más septentrionales de Noruega, Troms y Finnmark, se hallan en lo más alto de Europa, donde amplios horizontes comparten la tierra con densos bosques. Aunque el turismo de invierno está aumentando, la mayoría de los visitantes vienen en verano a disfrutar de Tromsø, la única ciudad de tamaño considerable de la región. Los museos de este animado lugar orientarán al viajero hacia las tierras árticas que aguardan más allá. Probablemente se responderá a la llamada de Nordkapp (cabo Norte), el punto más septentrional de la Europa continental. Pero para sentir de verdad el influjo del norte, hay que aventurarse aún más lejos y explorar las mesetas escasamente pobladas de Finnmark y su salvaje costa noreste, el corazón noruego del pueblo lapón.
• Senja: recorrer en bicicleta o en coche la espectacular y poco transitada costa norte de esta hermosa isla.
• Mapas.
• Karasjok: visitar los museos, el Parlamento y las cuchillerías para conocer la singular cultura lapona.
• Transporte.
• Petroglifos de la Edad de Piedra: explorar el fabuloso museo al aire libre de Alta, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Tromsø, Alta, Hammerfest, Nordkapp y Magerøya, Tana Bru, Kirkenes, Karasjok.