La dictadura nace bajo la sombra del fascismo. El libro explica cómo la dictadura y su "guerra sucia" contra los ciudadanos tiene su genealogía política en una larga historia ideológica de violencia y de muerte que recorre la Argentina del siglo XX.
El fascismo proporcionó la base para los principios y prácticas de la violencia que el Estado argentino desató contra sus ciudadanos en la década de 1970. Desde una perspectiva histórica, la Guerra Sucia no tenía como protagonistas a dos combatientes, sino a víctimas y victimarios. El Estado hizo la "guerra" contra sus ciudadanos. Este terror autorizado por el Estado tenía sus raíces en los movimientos fascistas de los años de entreguerras; raíces que llegan hasta sus campos de concentración. Son bien conocidos los lazos de la Argentina con el fascismo, así como la cálida bienvenida que el país brindó a criminales de guerra nazis después de la Segunda Guerra Mundial. Además, fue el país de nacimiento del peronismo, la primera forma articulada del populismo latinoamericano que rechazo la forma de dictadura fascista pero que tomó también de su legado, creando una democracia anti-liberal y autoritaria. El populismo, una forma de democracia, es muy distinto al fascismo que propone la dictadura, pero este último es parte de su historia.
La Argentina fue el lugar de nacimiento de una de las dictaduras más criminales de América latina de la década de 1970 y comienzos de la de 1980: la junta militar. ¿De qué manera esta dictadura militar se relaciona con el legado del fascismo? ¿Cómo y por qué aparece en un país que había "nacido liberal"? ¿Por qué estos influyentes rasgos autoritarios latinoamericanos aparecieron primero en la Argentina a la sombra del fascismo? Sin duda alguna, las conexiones totalitarias europeas con la Argentina son importantes, y el estereotipo de la Argentina como refugio de irredimibles formas europeas de fascismo antes y después de 1945 tiene bases en la realidad. Pero su fascismo autóctono y su combinación de catolicismo y fascismo son menos conocidos. En última instancia, las construcciones ideológicas argentinas de tipo fascista fueron mucho más influyentes que los fascismos europeos en la configuración de la historia del violento siglo XX de la nación y de la cultura política del país. La vía de la Argentina hacia el fascismo fue construida en las décadas de 1920 y 1930 y desde entonces continuó para ir adquiriendo muchas reformulaciones y personificaciones políticas e ideológicas, desde el peronismo (1943-1955) que rechazo al fascismo pero que surge de él hasta las organizaciones terroristas de derecha en las décadas de 1960 y 1970 especialmente Tacuara y la Triple A del gobierno de Isabel Perón y la última dictadura militar (1976-1983). Éstos son, en suma, los caminos históricos del totalitarismo global en la Argentina que este libro cuenta y explica.