Mucho se sabe ya de quienes han animado el terrorismo, han protagonizado las acciones más salvajes y han provocado dolor y miedo durante décadas. Paradójicamente, poco sabemos de quienes, en las fuerzas policiales, se han sacrificado y han conseguido poner a ETA contra las cuerdas. Este libro, escrito desde experiencias de primera mano, intenta subsanar esa omisión poniendo el foco en quienes han dado su vida en la lucha antiterrorista o han sacrificado familia y bienestar.
Junto al relato objetivo de los hechos de los denominados "años de plomo", Lilián Aguirre describe minuciosamente el durísimo día a día de los agentes, la preparación de las operaciones, la tensión generada por las tareas de seguimiento y escucha de objetivos, las estrategias policiales, y transmite admirablemente la incertidumbre y la angustia de los familiares ante la amenaza constante de un desenlace dramático.
A lo largo de estas páginas se denuncia el olvido con que la sociedad y las instituciones pagaron el esfuerzo de los policías y guardias civiles que, durante la fase más aguda de la lucha contra ETA en España, dieron su vida por mantener el derecho a pensar y expresarse en libertad. Un trabajo heroico y callado que no siempre ha obtenido el reconocimiento que se merecía.