Una fugitiva se rinde a la pasión en la corrupta Buenos Aires del siglo XVII
Piamonte, 1613. Acostumbrada al lujo en la corte real de Torino, Isabella di Leonardi es arrastrada a vivir una pesadilla por una falsa acusación de brujería. Detenida por el Santo Oficio, siente que su vida llegará a su fin en las lúgubres catacumbas de un convento dominico, a la espera de la inminente hoguera. Para salvarse debe huir lo más lejos posible, a las peligrosas colonias en las Indias. Un barco sin bandera lleva a la fugitiva a la meca del contrabando en el Nuevo Mundo: la ciudad de la Santísima Trinidad, más conocida por el nombre de su puerto, Santa María del Buen Ayre. En esa aldea de chozas de barro y altos pastizales, Isabella descubre una sociedad muy diferente a la que conocía.
Entre conquistadores, vecinos empobrecidos, ricos traficantes de esclavos, mestizos e indios enemigos, encontrará nuevos peligros, reglas que no comprende y también el amor. La pasión de Pedro de Aguilera la hará olvidar de todo, hasta de su pasado. Pero este cautivante caballero contrabandista también tiene secretos ocultos. Nada es lo que parece en ese extraño y alejado rincón del mundo.