El anhelo de traducir el amor a palabras es el hilo conductor de los sonetos que conformaneste volumen. El autor rescata de las experiencias de su vida aquellas que mejor pueden plasmar la magnitud y la esencia de un sentimiento tan común como singular, tantransparente como enigmático. La forma preestablecida del soneto, con sus estrictos límites,complica más aún la negociación entre el deseo de decir y su concreta expresión, pero, en esta obra, tal dificultad parece volverse acicate de la agudeza y de la precisión en la sempiterna pugna del poeta con lo inefable.