Un buen hijo es la historia de un amor imposible, el intento de Pascal Bruckner de ajustar cuentas con su propio padre, un fascista autoritario que es a la vez un hombre culto y de firmes convicciones. Semejante conflicto filial da paso a una maravillosa novela de formación, personal e intelectual, de quien es uno de los escritores más sólidos y controvertidos del panorama actual de las letras francesas. El hijo adulto se enfrenta en primera persona y sin ningún tipo de máscara narrativa a un personaje por el que siente, a un tiempo, rechazo y compasión, en un relato que nace del odio pero que va adquiriendo un inesperado y reconfortante tinte de ternura y que finaliza con un sorprendente giro que nos lleva a pensar que no es posible juzgar de manera absoluta los comportamientos ajenos.