Por más que quieras, el amor no miente
Madrid, 1613. Un galán impenitente puede granjearse muchos enemigos, entre maridos burlados y amantes despechadas. En esta historia hay una vida en juego y un misterio que cambiará el destino de dos jóvenes: Diego creía que el amor era un espejismo; y Ana descubrirá que, en los asuntos del corazón, las apariencias engañan.
Diego Villanueva acaba de besar a una desconocida con la pasión de un amante y, además, ha disfrutado con ello. ¿Dónde está el problema? Para empezar, ella no cree haber besado a un desconocido. Porque esa joven atractiva y resuelta debe de ser una de las conquistas de Álvaro, su hermano gemelo. Ana Robles, costurera de una compañía teatral, solo tiene ojos para el galán que cultiva una reputación indecorosa: Álvaro Villanueva. Ana nunca hubiera imaginado que su primer beso sería tan... intenso. Aunque algo no cuadra: Álvaro parecía tan distinto durante su fugaz encuentro porque, sin duda, no era la misma persona. La bella costurera no desea ser objeto de burla –o algo peor– por parte de dos crápulas idénticos, pero Diego tiene una buena razón para suplantar a su hermano: alguien ha intentado asesinar a Álvaro y su vida aún corre peligro.