Vagabunda es un libro lleno de energía, escrito con el corazón y acompañado de una fe por la vida inagotable.
Emociona al lector tocando sutilmente temas como la emigración, la guerra, la autoconfianza, el amor, el romper con los moldes impuestos y el empoderamiento.
Toda la obra está creada desde la intuición y la necesidad de la escritora de expresar su sentir en un claro reconocimiento de ser mujer.
La portada está inspirada en las ilustraciones de William Blake, poeta y grabador inglés del siglo XVIII. El título manuscrito y las ilustraciones que contiene en su interior son reinterpretaciones de runas y geometría sagrada. Son figuras que pretenden representar no solo conceptos sino el pequeño universo que se forma dentro de las páginas del libro.
Y como dice Miguel Ángel Goméz prologuista del libro: Hay poemas de cuatro versos, ocurrencias o apuntes que viven peligrosamente desnudos e indigentes, pero también prosas líricas que tienen hambre en el remolino de la mente.