"El setentismo es la subversión, simplemente, hay que decirlo con todas
las palabras ("). "Es querer hacer la revolución por medios violentos."
Raúl R. Alfonsín (Diario Perfil, 2-IX-2007)
Volver a matar es la historia de una época terrible de la República
Argentina. Narra el inicio de la "guerra popular prolongada" que las
organizaciones terroristas declararon a todos los estamentos del Estado
Nacional, bajo la inspiración del castro-comunismo. Pero el libro se
ocupa, fundamentalmente, de la forma en que el Estado argentino las
combatió con la ley en la mano a partir de julio de 1971, cuando creó la
Cámara Federal en lo Penal de la Nación. El tiempo de esta Cámara "a la
que la subversión llamó despectivamente "Camarón" o "Cámara del terror"
fue muy corto, duró hasta el 25 de mayo de 1973, día en que con
violencia se abrieron las rejas de las cárceles y los presos volvieron a
sus organizaciones clandestinas para sembrar la muerte, aún en una época
de gobierno constitucional.
Por primera vez el lector conocerá algunos de los numerosos casos que
trató el alto tribunal, compuesto por jurisconsultos de larga
trayectoria. Ellos triunfaron pero también perdieron. Impusieron la ley,
no hubo represión ilegal, pero luego, con el gobierno de Héctor J.
Cámpora, fueron perseguidos, degradados, sufrieron atentados o tuvieron
que exiliarse.
Tras la ley de amnistía "amplia y generosa", José Alberto Deheza, ex
ministro de Justicia y de Defensa de Isabel Martínez de Perón, declaró:
"No soy contrario a la ley del olvido, pero una ley que libera a simples
asesinos que sembraron el terror matando a mansalva en nombre de ideales
revolucionarios, importa una grave irresponsabilidad. En la mayor parte
de los casos, se trataba de componentes de bandas clandestinas que
emboscaban a sus víctimas para ultimarlas con perversidad".
Volver a matar se sumerge en un archivo secreto que muchos intentaron
destruir, pero que fue salvado para las generaciones futuras.
Testimonios inéditos y documentos confidenciales desconocidos hasta hoy
abonan lo afirmado. Una vez más, como lo hiciera en "Nadie fue" y en
"Fuimos todos", Juan B. Yofre brinda aquí un aporte fundamental a
nuestra historia reciente y rinde su homenaje a la memoria completa de
los argentinos.