Segunda y esperada entrega de la serie «Signos para la noche» de Díaz de Tuesta.
Navegar entre el amor y el misterio, no resulta fácil.
Caleb parece haberse alejado definitivamente, o eso se fuerza a creer, y Laura lucha por recuperar las riendas de su vida.
Algo difícil de conseguir, puesto que su relación con Jaime sigue siendo un campo minado, en el que los límites entre pasión y culpa parecen difuminarse. Lo único que aporta cierta estabilidad a su día a día es su creciente amistad con el inspector Mikel Aguirre, aunque siempre convive con el temor de que descubra su secreto: que le engañó y manipuló para apartarle de la verdad, en el caso que investiga.
Y, mientras, ese hombre peligroso llamado Tony Fontaine, aparece de nuevo, para no permitir que olvide que hay un misterio mayor llamando a su puerta...