En el curso del destino no existen las casualidades.
Ellos no se conocen. Nunca se han visto. Pero a través de la terapia de regresión describen detalles de vidas anteriores y sentimientos increíblemente parecidos. ¿Acaso perdura el amor de vidas pasadas?
Hay alguien especial para cada uno de nosotros...
Este es el bastión que refuerza la añoranza de Natalia en su búsqueda por encontrar a su alma gemela, a esa única mitad que la complemente. Sin embargo, cuando Sebastian se sienta con aire inquieto en el sillón de piel de su despacho, ni por un instante sospecha que se aproxima un viaje revelador.
Es a través de la hipnosis cuando Natalia y Sebastian descubren que sus almas están unidas por los vínculos de la eternidad. Aunque su aspecto es muy diferente, sus almas han viajado a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrarse de nuevo. La promesa de complicidad comenzó hace poco más de un siglo en una Norteamérica diferente a la actual e incluso mucho antes de nacer.
Pero la vida rara vez es simple y el destino va a necesitar algo más que tiempo para tejer su intrincado tapiz, pues mientras toda esta historia ocurre en silencio ni Natalia ni Sebastian se imaginan la tormenta que se avecina en el horizonte.