El alcalde de Zalamea está universalmente considerada como una de las joyas del teatro español, y por muchos como la más excelente y preciosa del teatro de Calderón de la Barca.
Isabel cuenta a su padre, alcalde de Zalamea, que ha sido raptada y violada por el capitán Álvaro de Ataide, al que ofrecieron hospedaje cuando llegó al pueblo la compañía de soldados en avance hacia Portugal. El alcalde, don Pedro Crespo, no acata más justicia quela propia y condena el atropello cometido contra su hija, ya que «Al rey, la hacienda y la vida / se ha de dar, pero el honor/ es patrimonio del alma, / y el alma sólo es de Dios».