Una historia de segundas oportunidades en la que la protagonista sabe que su ex es el amor de su vida, pero se empeña a alejarlo cada vez más.
¿Se puede amar tanto a alguien como para esperarlo eternamente, aunque todo parezca estar en contra?
Livia pertenece a una familia de personas extraordinarias, pero ella se considera de lo más mediocre, es decir: ha vivido toda su vida con la sensación de decepcionar a todo el mundo, de no ser digna del apellido que lleva y eso supone una serie de conflictos, porque por un lado está lo que desea y por otro, lo que debe hacer y ambas opciones tiran de ella haciéndola sentir siempre insatisfecha.
Livia desea a Asdrúbal. De hecho, lo ama desde hace tanto tiempo que ya ni recuerda cuándo empezó a amarlo, quizás cuando era niña, pero él representa todo lo que su familia considera perfecto y está harta de plegarse a los deseos de sus padres y hermanos. No, no puede permitirse amar a Asdrúbal, pero finalmente se casan... Y se divorcian, y ahí comienza esta historia.
Livia y Asdrúbal están divorciados. Ella sabe que su exmarido es el amor de su vida, pero lo aleja de ella una y otra vez, le hace daño una y otra vez y no, no es porque él sea una blando. Asdrúbal es perfecto, pero hasta los hombres perfectos se cansan y él se hartó ya de ella, justocuando Livia se atreve a reconocer que es el hombre de su vida. Pero ya es tarde. ¿Acaso puede hacer ella algo para cambiar las cosas?