"Héctor Abad ha escrito una historia trágica e inolvidable".
J. M. Coetzee
El 25 de agosto de 1987 Héctor Abad Gómez, médico y activista en pro de los derechos humanos, es asesinado en Medellín. Este libro es su biografía novelada, escrita por su propio hijo. Un relato desgarrador y emocionante sobre la familia, que refleja, al tiempo, el infierno de la violencia que ha golpeado Colombia en los últimos cincuenta años.
"Como niño yo quería algo imposible: que mi padre no se muriera nunca. Como escritor quise hacer algo igual de imposible: que mi padre resucitara. Si hay personajes ficticios -hechos de palabras- que siempre estarán vivos, ¿no es posible que una persona real siga viva si la convertimos en palabras? Eso quise hacer con mi padre muerto: convertirlo en alguien tan vivo y tan real como un personaje ficticio".
Héctor Abad Faciolince
La crítica ha dicho
"La más apasionante experiencia de lector de mis últimos años".
Mario Vargas Llosa
"Un libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores. Por momentos me he preguntado cómo ha tenido la valentía de escribirlo".
Javier Cercas
"Un libro hermoso, auténtico y conmovedor".
Rosa Montero
"No sé si un libro puede cambiar la vida, pero sí que puede alterar tu reloj biológico. [...] Me mantuvo en vigilia toda la noche. Es un libro con boca. La boca inolvidable de la gran literatura que ha sobrevivido a la extinción de las palabras".
Manuel Rivas
"Una memoria apasionada escrita con amor y sangre".
The New York Times
"Su valor estriba, precisamente, en su sed de luz y en su hambre de formas nítidas y evocaciones amenas y risueñas, felices, invariablemente venturosas".
Adolfo Castañón, Letras Libres
"No sólo es una obra bella y profundamente conmovedora, no solo es una necesaria lección sobre temas como la educación cívica y la relación entre memoria personal y memoria histórica, sino también un insustituible testimonio de lucha por la democracia, la razón ilustrada y la tolerancia".
Fernando Savater
"Hay pasajes que divierten, otros que conmueven, pero son raros los que nos dejan indiferentes".
Pierre Assouline, La République des Livres