«Usted no escribirá nada sobre esto, me preguntó o me ordenó mi papá, su índice elevado, su tono a medio camino entre súplica y mandamiento. Pensé en responderle que un escritor nunca sabe de qué escribirá, que un escritor no elige sus historias sino que éstas lo eligen a él, que un escritor no es más que una hoja seca en el soplo de su propia narrativa. Pero por suerte no dije nada. Usted no escribirá nada sobre esto, repitió mi papá, su tono ahora más fuerte, casi autoritario. Sentí el peso de sus palabras. Por supuesto que no, le dije, quizás sincero, o quizás ya sabiendo que ninguna historia es imperativa, ninguna historia necesaria, salvo aquellas que alguien nos prohíbe contar.»
En este nuevo libro del proyecto literario de Eduardo Halfon, el autor guatemalteco, siempre indagando en los mecanismos de la construcción de la identidad, se sumerge en aquellos que se originan en las relaciones fraternales: duelo como combate que se inicia con el nacimiento de un hermano y duelo también como luto por su muerte. Una novela profunda y emotiva que acrecienta la reputación del autor, «uno de esos escasísimos escritores como señaló la revista francesa Lire que no necesitan escribir largo para decir mucho.»
«Halfon domina de forma admirable la novela breve. Resulta fascinante cómo en un espacio tan reducido hay tal variedad de personajes, de situaciones y de registros: la ambientación, la violenta realidad, la magia, la fabulación, la inmediatez de los diálogos o la intensidad lírica.» J. A. Masoliver Ródenas (La Vanguardia)
«Eduardo Halfon ha escrito una bellísima cantata, una delicada novela, en no más de cien páginas. No sobra ninguna.» Javier Goñi (Babelia)
«Duelo es una novela cien por cien Halfon, es decir, un ejercicio de sencillez y un deleite para la sensibilidad.» Ascensión Rivas (El Cultural)
«Después de "Monasterio" y "Signor Hoffman", Eduardo Halfon firma, a buen ritmo, una obra maestra [...] incentiva a señalar que, en efecto, Halfon es uno de los mejores escritores de su generación y, probablemente, de alguna otra, pasada o futura.» Manuel Hidalgo (El Cultural)
«Su proyecto es, sin duda, uno de los más relevantes del panorama literario actual, y se soporta tanto sobre el oficio como sobre una intuición extraordinaria para saber qué contar y cómo contarlo.» Txani Rodríguez (El Correo)
«Libro sublime. Lo acabé con muchas ganas de ser judío. La historia de Salomón es una de las más bellas y dolientes que leí en los últimos tiempos.» J. Ernesto Ayala-Dip
«Halfon concibe la literatura como búsqueda, como indagación en la propia vida, en el pasado, en la familia, en la infancia. La literatura como reconocimiento.» J. L. Martín Nogales (Zenda)
«Esta brevísima novela [...] constituye una pequeña joya de orfebrería. Orfebrería del lenguaje, la precisión, el color, la fuerza de las imágenes y los recuerdos.» María Borràs (QuéLeer)
«Es escribir lo que ayuda a profundizar en los abismos de la existencia. Halfon, por razones de conveniencia y oficio, lo tiene claro. Y lo hace de manera magistral, precisa. En sus libros ni faltan ni sobran las palabras.» Luis M. Alonso (La Nueva España)
«Eduardo Halfon [...] bucea en su historia familiar para sacar a flote una prosa pausada y cuidada con la que reflexiona sobre algunas de las cuestiones más profundas que acechan al hombre.» Elena Méndez (Fugas)
«Eduardo Halfon es posiblemente uno de los mejores narradores en lengua castellana de la actualidad, cuyas novelas rastrean la reconstrucción, tan real como ficticia, de los recuerdos perdidos de la infancia.» Manuel Arranz (Levante)
«Hay algo en su manera de narrar, no sé bien qué, que nunca defrauda, que siempre me gana.» Fermín Herrero (El Norte de Castilla)
«Eduardo Halfon ha escrito una novela superlativa, un texto que indaga espléndidamente en nuestra identidad, en quiénes somos y de dónde venimos, y en la relación que mantenemos con nuestras vivencias y nuestros recuerdos, que pueden ser lo mismo pero a veces no.» Ignacio Arrabal (Diario de Jerez)
«Halfon tiene una capacidad extraordinaria para narrar con una verosimilitud aplastante, arrolladora. Como todo buen narrador construye en dos niveles. El realismo de los hechos y el valor simbólico que se estos se desprende sin necesidad de forzar nada, sin violentar la prosa.» Antonio Garrido (Diario Sur)
«En cuanto el lector se sumerge en su relato éste se vuelve completamente adictivo.» Javier Menéndez Llamazares (Diario Montañes)
«Entre la evocación de la vida infantil y de las apenadas figuras familiares, discurre esta historia que emana contenida emoción y se narra con una serenidad envuelta en pesadumbre.» Luis Alonso Girgado (Diario de Ferrol)
«Halfon emplea su prosa delicada y deliciosa para que el lector le acompañe en el recorrido por sus fantasmas familiares como un necesario ejercicio de exorcismo.» Diego A. Marín (La Rioja)