Un hombre solo con muy mal carácter.
Una mujer que lo ha perdido todo.
Una maldición.
Todo puede suceder en el condado de Headow.
Liam, acostumbrado a vivir sin risas ni caricias, aceptó su soledad a cambio de preservar la vida de los habitantes de su condado, afectados por la maldición que perseguía a todos los varones de su estirpe. Pero cuando aparece Edith en una noche de tormenta, a los pies del roble maldito, como una ofrenda a su dolor, se enfrentará a la prueba más dura, pues si no vence su deseo de tenerla cerca, la maldición caerá sobre ella y nada podrá hacer por salvarla.
Tras huir para salvar la vida, Edith, herida de gravedad, cae inconsciente a los pies de un gran roble. Al despertar se encuentra en una biblioteca, custodiada por un hombre con aspecto de ogro y de rudas maneras. Lo ha perdido todo, nada le queda ya salvo confiar en el corazón que late bajo la huraña personalidad de su salvador.