Ese chico de cabello oscuro no parece dispuesto a que le roben el corazón.
Aquiles sabe cuán afortunado ha sido siempre, ya que posee una buena familia, una buena fortuna y unos buenos amigos. Su vida tiene tantos matices que no comprende, ni entiende, la razón de su hastío. Cree que algo le falta en sus días, porque peligrosamente se acerca el momento de decir adiós a sus mejores amigos para que busquen su destino. Además, comienza la semana tradicional, en la cual, cada noche, se celebra una fiesta (en parques de atracciones, viajes en barco...).
Sin embargo, todo eso no le emociona, hasta que un lindo gato negro irrumpe en su casa y se adueña de su cama. Ese animalejo que roba su corazón le guiará hacia un vecino gruñón y para nada su tipo.
Aquiles podrá intentar seguir con su vida idílica o ese gato y su dueño tomarán todo aquello que la compone para modificarla. No podrá resistirse a las miradas azuladas que parecen buscar la manera de ilusionarle para vivir algo más que una simple y bonita amistad.