La soberbia y el orgullo siempre fueron su arma y, en este instante, serán su perdición.
Adriana Castro siempre se ha caracterizado por ser una joven de gran personalidad, tosca y soberbia, aunque solo la ven así aquellos que no la conocen verdaderamente. Bajo esa actitud, se halla una chica muy sencilla.
Habiendo tenido que ocupar el lugar de su madre para cuidar de su traviesa y astuta hermana, se olvidó de que todavía es joven y se merece divertirse sin preocupaciones.
Con el corazón dañado por la desaparición de su pareja durante un mes, se refugia en sus amigos. Sin embargo, el regreso de esa persona la volverá todavía más orgullosa y egoísta. Porque aunque la ame, para ella su victoria es lo más importante, ya que no le gusta perder.
Hay otra chica que la persigue buscando su momento para explicar el motivo de la desaparición durante ese tiempo, pero ella no puede dejar de comportarse de manera más infantil. Hará y deshará a su antojo, arriesgando su relación con la única persona que conoce cada virtud, defecto y errores que comete.
Sin embargo, conseguirá su objetivo o acabará siendo ella quien suplique por tiempo a la chica que la enamoró con ese comportamiento prepotente y mirada fría. ¿Conseguirá lo que desea sin juegos?