Estas crónicas son el resultado de un viaje a Israel y Palestina que Mario Vargas Llosa realizó con su hija Morgana a raíz de la decisión de Ariel Sharon de desalojar los asentamientos de Gaza.
«Estos textos fueron escritos en Israel, la franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania a mediados de 2005. Fui allí con mi hija Morgana para tratar de averiguar si la decisión unilateral de Ariel Sharon de desalojar los asentamientos de Gaza abría una nueva perspectiva de paz en la región y la manera como palestinos e israelíes reaccionaban antes esta iniciativa. Aunque el territorio es tan pequeño que un viajero puede circunvalarlo entre el desayuno y la cena, en la actualidad resulta complicado recorrerlo -a veces pesadillesco- por las barreras militares y el muro que lo cuadrillan y las colas, los controles y los interrogatorios que en cada uno de estos puntos demoran el tránsito. A pesar de ello, la experiencia resultó fascinante porque en ese rincón del mundo la historia parece más potente y la vida más intensa que en cualquier otro lugar.
Las leyendas son fieles en espíritu a las informaciones recogidas de viva voz de boca de sus protagonistas, pero ellas resumen en unas frases lo que a veces fueron conversaciones de muchas horas, y, a veces, confesiones sueltas y monólogos desordenados. Mis textos omiten muchas cosas y recrean otras pero no creo haber tergiversado en ellos -no conscientemente en todo caso- nada esencial de lo que palestinos e israelíes me dijeron.»
Mario Vargas Llosa