Todos dicen que lady Lizzie es una persona peculiar, que vive en un mundo propio. ¿Podrá alguien tan serio y tradicional como Mark Cabanon abrirse paso por sus paisajes, y llegar a conocerla de verdad?
Aunque nunca se lo ha dicho a nadie, Lady Elizabeth Keeling decidió, hace mucho tiempo, que sería única, y que nunca se ajustaría a lo que otros quisieran. Su ingenio y su naturalidad chocan de continuo con la sociedad en la que le ha tocado vivir, y adora a su hermana gemela, Lettie, pero odia la idea de ser otra versión de la misma persona. Y la peor de las versiones, de hecho.
Pero ¿qué desea realmente de la vida alguien como ella, que lo tiene todo y no ambiciona nada? Una pregunta que empieza a atormentarla cuando de pronto se da cuenta de que sus hermanos van tomando sus propios rumbos en sus vidas, y que ella se está haciendo mayor y se está quedando sola, para decidir qué ocurrirá en su futuro.
Una pregunta, para la que tendrá la más atrevida de las respuestas.
Mark Cabanon siempre ha tenido claro qué quería y ha sido lo que se dice un hombre hecho a sí mismo. De origen humilde, pero inteligente y decidido, ha logrado abrirse paso con mucho esfuerzo hasta lograr la acomodada posición de secretario del Museo Rutshore, a las órdenes directas del marqués. Siempre ha sabido cuál era su sitio, sin ambicionar nada que tuviese claro que no podía conseguir, o que hiciese peligrar todo lo logrado.
Pero, desde hace tiempo, convive con una desazón que amenaza con tirar por la borda cuanto ha conseguido. Porque ¿quién podría oponerse al encanto de lady Lizzie?
¿Podrán Lizzie y Mark crear un futuro juntos, pese a sus orígenes tan distintos y a lo que ambos ambicionan de la vida?