Sus vidas serán otras cuando acabe la tormenta porque, aunque después de la lluvia siempre sale el sol, hay momentos que no pueden deshacerse.
Cuando Leopold Bagss, marqués de Ridley, recibe la orden urgente de su padre de visitarlo y le exige que debe casarse con una mujer a la que no soporta, en un impulso sale a caballo hacia Londres sin pensar en las consecuencias. Poco después un diluvio detiene su viaje y se ve obligado a pasar lanoche en un refugio. Pero la pequeña cabaña ya está ocupada por una insolent dama que, como él, busca asilo de la tormenta y que pretende echarlo con cajas destempladas.
La honorable Sophia Sloane, desoyendo los consejos de su hermano, sale a montar una tarde y la sorprende un aguacero. Temerosa de los truenos desde niña, encuentra una pequeña cabaña en la que guarecerse hasta que estos amainen. Todo parece ir bien hasta que un huésped indeseado pretende instalarse también allí para pasar la noche, algo impensable para una dama decorosa como ella.
¿Cómo echar de su refugio a un hombre que le dobla el tamaño y que no quiere atender a las normas más básicas de cortesía de un caballero? Porque, si no es posible, ambos pagarán las consecuencias de su arriesgada imprudencia.