Los minutos negros transcurre en Paracuan, una ciudad imaginaria de la frontera norte de México, asediada por narcotraficantes y policías corruptos, donde algunos hombres justos arriesgarán su vida para averiguar la verdad.
Para resolver el asesinato de un periodista en la calurosa ciudad de Paracuán, en el Golfo de México, un policía hasta cierto punto honrado debe investigar un crimen ocurrido veinte años antes. Sin embargo, a medida que se sumerge en los bajos fondos del puerto, empieza a sospechar que el asesino que busca podría ser el mismo individuo que mató a aquel grupo de niñas a mediados de los setenta, cierto narcotraficante que goza de una reputación intachable, un miembro de la siniestra policía secreta que asoló México durante decenios o incluso sus poco honorables colegas en la comandancia.
A partir de los testimonios de un ex policía con un sentido del humor negrísimo y de un tímido jesuita aficionado a elevadas dosis devodka y mentiras, el detective deberá explorar el enigma de su misión, con un agravante: pues la vida, en esta ciudad tropical, funciona como una oscura sinfonía donde todos los integrantes del coro tienen deudas con la ley.
Reseña:
«Una de las mejores novelas que he leído en los últimos diez años.»
Junot Díaz