La desbordante imaginación de Leopoldo Alas Clarín se condensa en este relato que mezcla cordura y delirio a partes iguales.
Un viaje onírico que nos transporta de la vida a la muerte, de la realidad a la imaginación, dónde nunca sabremos si lo que Clarín nos está contando es verdad o invento.
Tras salir de una taberna a altas horas de la madrugada, el protagonista de este magistral relato nos lleva de la mano hasta su casa, para ver como su propio cadáver está postrado en la cama a la espera de ser amortajado. Le acompañamos durante la comitiva fúnebre, escuchando de boca se sus conocidos cuáles han sido sus grandes logros en la vida. Hasta su entierro, y más allá.