Continuando con la serie CUERPOS PASIONALES, ahora nos encontramos con una policía que conquista, sin pretenderlo, el corazón del veterinario de un pequeño pueblo.
Miranda no se dio cuenta de que bajaba las barreras que había construido alrededor de su corazón hasta que fue demasiado tarde.
Dennis Moore es un veterinario de Tejas que huyendo de su pasado termina en Izarbo, un pueblecito de los Pirineos de Huesca. Se enamora del lugar y se establece allí. Trabajo no le falta, en el pueblo hay granjas de ovejas, vacas, gallinas... Y las gentes lo acogen como a uno más cuando se dan cuenta que no le importa ser molestado a cualquier hora del día o de la noche.
Allí conoce a Miranda Bernal, una policía de Huesca que va al pueblo a relajarse de su estresante trabajo. Los dos tienen una amiga en común, Paola, que enseguida se da cuenta de que entre ellos saltan chispas.
De repente, el pueblo es sacudido por varios acontecimientos que mantienen a la policía en jaque. Nadie sabe quién, ni porqué alguien querría alterar la tranquilidad que se respira en aquel maravilloso rincón.
Y mientras todo esto sucede, Dennis y Miranda no se han buscado, pero se han encontrado en el momento justo.