Como todos los anteriores, una delicia para cualquier lector del Wodehouse español, Alfonso Ussía.
Cuando ya nadie, ni siquiera la madre naturaleza, esperaba que sucediera, sucedió: Cristina Victoria Jimena Belvís de los Gazules Hendings, Boisseson y Hendings, marquesa viuda de Sotoancho, abandona el mundo de los vivos. Mamá la palma.
Un acontecimiento de semejante calibre hace que tiemblen hasta los cimientos mismos de La Jaralera, esa isla, ese oasis privilegiado de naturaleza salvaje y antiguas costumbres donde los Sotoancho habitan y gobiernan con justicia socrática.
Ha muerto Mamá. Parecía imposible. Unos días antes estaba de paseo con su Mamamóvil, una adaptación del original utilizado por el Santo Padre, tan tranquila, tan anciana, tan mala como siempre, y de pronto...
La novena entrega de las aventuras del Marqués de Sotoancho está plagada de intrigas «jaraciegas», celos y pasiones desbocadas, exmilitantes de la Europa del este y señoras en avanzado estado de descomposición que aprovechan los sepelios para robar mecheros de plata.