«Su beso sopló el diente de león que habitaba en el interior de Sam; los pétalos, ligeros y volátiles, invadieron el cielo azul despejado tras la tormenta.»
Samuel tiene veintitrés años y muchas ganas de comerse el mundo. Acaba de salir del armario como trans y empezado un tratamiento hormonal, y su estudio de tatuajes va bastante bien. Pero no todo son buenas noticias: Sam tiene el corazón roto y lo único que le saca una sonrisa es la floristería de enfrente de su estudio. O, más bien, su dueño.
Caleb tiene veintiséis años, y es tan grande como tímido. Le encantan las flores, pasar tiempo en familia y el tatuador del estudio de enfrente. Y, tras armarse de valor, decide tratar de conquistarlo. Con flores, plantas y desayunos tardíos. Hasta que son indispensables para el otro.
Sin embargo, la vida no siempre es fácil o justa. Y cuanto más enamorados estén Sam y Caleb, más dolerá la caída cuando se encuentren con un ultimátum que lo puede destrozar todo...
El amor no siempre fulmina como un rayo. A veces viene suave, como un parpadeo. En sonrisas tímidas, en caricias furtivas, en sacrificios. En el color de las rosas al sol.