Un amor en peligro, una pasión inapropiada, secretos y traiciones rodean y envuelven a nuestros protagonistas en una trama ágil, adictiva que te impulsa a leer capítulo tras capítulo hasta conocer su desenlace.
Jamaica, mayo de 1855. Arthur Kendrick, tras pasar ocho años alejado de su hogar en Escocia, una carta le anuncia que su querido hermano Graham, laird de Rothesay, ha fallecido y debe asumir las responsabilidades propias de las tierras y el título que ahora le corresponden, y que incluyen a la familia de su hermano.
Los Cotswolds, Inglaterra, julio de 1855. Ivy Archer, la hija menor de un reverendo metodista, viaja hasta Arlington Row para visitar a su tía y primas Barrow. Mientras espera con ilusión su próxima incorporación como maestra en un internado, disfruta de unas vacaciones en las que tendrá que reprimir su carácter ingenuo, abierto y risueño ante las estrictas normas sociales de su tía y sus aristocráticas amistades.
Allí conoce al huraño y arrogante, aunque atractivo, Arthur Kendrick, laird de
Rothesay, quien le causa la peor de las impresiones.
El carácter inocente y amable de Ivy la pondrá en un aprieto y su reputación se verá en entredicho. De regreso a Londres, los rumores sobre ella se extienden y el internado rehúsa emplearla. Ivy se ve obligada a aceptar la propuesta que el insufrible lord escocés le hiciera durante su estancia en Arlington Row, por lo que vivirá en su mansión de Rothesay para hacerse cargo, como institutriz, de su sobrina de seis años.
Aunque los inicios entre la institutriz y el señor de Rothesay no son especialmente atrayentes, Ivy comparte con él emocionantes, divertidos e íntimos momentos que hacen que se plantee la opinión que de él tenía hasta entonces. Ambos se sentirán atraídos de manera apasionada e irremediable, pese a las diferencias de clase y el sentido común de Ivy, que le aconseja no jugar con fuego, pues la suya es una relación prohibida por la sociedad.
La viuda de Graham Kendrick y cuñada de Arthur regresa de su viaje por Europa decidida a imponer su voluntad, y encuentra en la institutriz una rival para sus planes y no tiene ningún escrúpulo en usar todas sus tretas para eliminarla.
¿Tendrán Arthur y Ivy una oportunidad? ¿Será su amor tan fuerte como para permitirles superar todos los obstáculos y no dejarse llevar por maledicencias?
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