Él juró no volver a enamorarse, y ella echó abajo todos sus miedos con un beso incendiario.
Vega Ballester ha sido señalada muchas veces como insolente, impulsiva y una mujer arrolladora incapaz de mantenerse sentada en su silla de trabajo más de media hora sin meterse en un lío. Lleva la pasión por bandera, y no se achanta ante ningún reto que le ponga la vida por delante. Ni siquiera Hugo Millán, el nuevo subdirector de la revista para la que trabaja.
Hugo es un hombre serio, recto y adicto a los trajes de chaqueta. Se escuda detrás de su mirada perdonavidas para evitar tener contacto con cualquier persona que no sea de su círculo más íntimo. Y ese círculo es muy reducido. Dispuesto a encauzar su vida después de un matrimonio nefasto, no quiere mezclarse con una mujer hecha de fuego como es Vega.
Pero el destino juega sus cartas, y él se dará cuenta de que llevaba las de perder desde el mismo instante que la besó sin querer y comprendió hasta qué punto la quería en su vida sin importar las consecuencias.