En 1984 la joven y hermosa Paulita consigue trabajo en una agencia automotriz, su función es vender carros de diversa clase. Un día cualquiera, un hombre tan joven como ella entra a la agencia en busca de un vehículo. Es corto de estatura, fornido, tiene la voz gruesa y ronca, y viene acompañado de media docena de guardaespaldas. Ese día se esboza el futuro de Paulita en el horizonte. El joven es Carlos Castaño y todavía es un fantasma, un hombre desconocido por los medios y la sociedad. Aún parece desprevenido y capaz de enamorarse, pero este es apenas el inicio de una década de transformaciones. Desde ese día, Paulita se involucra en una historia de mafia y muerte que pasa por la creación de los grupos paramilitares, los negocios del narcotráfico, la guerra personal de Carlos Castaño con Pablo Escobar, la Operación Milenio (en la que cayeron barones de la droga como Fabio Ochoa) y una infinidad de episodios que terminan en una celda de una prisión centroamericana. Esta es su historia.