El concepto de agilidad se basa en enfoques flexibles y simplificados para la gestión de proyectos empresariales, transformando los procesos en tareas manejables. La gestión ágil de proyectos se dirige a conseguir la mejora continua en los procesos, simplificación documentaria, involucramiento y compromiso de colaboradores y entrega de calidad al cliente según sus expectativas. Sin embargo, muchas organizaciones deciden dinamizar procesos, esperando obtener resultados inmediatos con métodos ágiles, sin considerar la necesidad de reorganizar el estilo y cultura empresarial como prerrequisito para obtener óptimos resultados a futuro.
Basado en su experiencia, el ingeniero Renzo Trisoglio comenta en Agilidad Empresarial sobre los mitos y principios de las metodologías ágiles. Asimismo, analiza casos reales de implementación de agilidad en organizaciones donde ha participado, que implican el potenciamiento de habilidades y la utilización de herramientas de software, que producirán un crecimiento exponencial, siempre que el propósito organizacional y las estrategias apoyen los objetivos pautados.