Aunque esta novela comienza con una frase rotunda, "soy el primer marica que se arrepiente", esta nos es una única historia asombrosa.
Como toda buena novela de amor, navega por las aguas impredecibles de la pasión, las ambigüedades del matrimonio, los temibles senderos de la madurez y, sobre todo, por el filo de navaja de la realidad y los sueños.