Basado en testimonios y documentos inéditos, Alejandro M. Rabinovich reconstruye de manera exhaustiva los pormenores de la batalla de Huaqui de 1811 y estudia en detalle las causas y las consecuencias de ese pánico que condujo a la pérdida del Alto Perú e hizo tambalear el futuro mismo de la Revolución.
«Se pierde la acción del Desaguadero por la infamia de los abominables Castelli y Balcarce, y regresan las tropas dispersas y derrotadas, cometiendo en su tránsito los oficiales y soldados crímenes y atrocidades que sería difícil presumirse si no fuéramos testigos de su ejecución.»
Miguel Otero (1812)
La de Huaqui no fue una derrota más de las muchas que sufrió la Revolución. El ejército comandado por Castelli no fue vencido por la superioridad numérica del enemigo ni las bajas sufridas. Simplemente, en un momento dado, por algún motivo misterioso y en apariencia inexplicable, los 6.000 hombres que lo componían tiraron las armas, huyeron despavoridos y se internaron en cerros desconocidos para no salir sino días más tarde, después de haber cometido los más horrendos crímenes, marcados para siempre por una desbandada traumática. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué hizo que esos oficiales y soldados enloquecieran de semejante modo? Los contemporáneos lo llamaron "pánico".