Una hoja de papel cualquiera en tus manos y el libro abierto; lee las instrucciones, mira los dibujos y dobla el papel, despacito y con cuidado... verás que, como por arte de magia, ¡la hoja de papel ha desaparecido y tienes ante ti un cisne! (o una rana o el animal que hayas elegido). Así de fácil y de divertida es la papiroflexia. Si practicas con frecuencia, lo harás cada vez mejor y, si además utilizas papeles de colores distintos o pintas tus obras con lápices de colores, pronto podrás tener los animales de tu propio zoo, de tu granja o de tu selva. La papiroflexia es una actividad muy fácil de practicar que, sin más gastos, procura grandes momentos de diversión, y que el padre y la madre podrán compartir con sus hijos e hijas. Ayuda a desarrollar la habilidad manual, la imaginación y la creatividad; mejora la autoestima de los niños y niñas que comprueban que son capaces de crear sus propios juguetes. Usted puede también enseñarles a reciclar el papel usado para sus juegos a la vez que los aleja de la televisión y otras pantallas electrónicas.
Emanuele Azzità es un gran experto en papiroflexia que ha publicado varias obras sobre este tema en Editorial De Vecchi. En esta ocasión, se ha propuesto presentar
graciosos proyectos, apropiados para los más jóvenes de la casa.