Con su particular estilo, el ilustrador y humorista gráfico nos entrega su percepción de la llamada “positividad tóxica”.
¿Somos todos seres de luz? Bajo la promesa de sanación, éxito o crecimiento personal, el negocio de la espiritualidad, autoayuda, esoterismo y positivismo tóxico mueve más de dieciocho mil millones de dólares al año sólo en Latinoamérica y Europa.
El discurso de que todo es posible si te esfuerzas lo suficiente sirve para atribuirte la responsabilidad como individuo de problemáticas que son estructurales. Si no lo logras, es tu culpa. Si no eres feliz, es tu karma. Si no consigues canalizar las enseñanzas pleyadianas, no le pusiste suficiente energía.