Alfonso Reyes nos da una visión panorámica de los conflictos y acontecimientos que tuvieron lugar en las postrimerías del siglo XIX y en los comienzos del XX. Su examen de hechos abarca el ardor de renovación que consumía a la juventud española (El alma española se sacude —escribió Reyes—; está aleteando para que le crezcan nuevas alas) o la crisis de las universidades oficiales de España, en torno a la cuales ya no giraba la verdadera vida intelectual, y el estricto régimen de censura para la prensa que, de uno en otro conflicto, el Gobierno había llegado a establecer. Las páginas de este libro, lejos de representar una actualidad fenecida y sumergida en una especie de arqueología literaria o periodística, conservan aún el calor de las jornadas en que se forjaron: son una lección que sobrevive todavía y nos ayuda a medir y a valorar los sucesos ulteriores. Y es porque Alfonso Reyes observó la vida con un criterio perdurable de historia y no con un sentido simplemente objetivo de crónica. “Lo que en algunos se reduce a una expresión circunscrita de lugar y de instante, adquiere en Alfonso Reyes ecos de universalidad”.