Como una pequeña cuña entre Brasil y Argentina, Uruguay siempre ha aparecido como un país secundario. Pero tras dos siglos a la sombra de sus vecinos, el Estado más pequeño de Sudamérica está empezando a recibir el reconocimiento que merece. Progresista, estable, seguro y culto, brinda a los visitantes la oportunidad de vivir momentos inolvidables y fuera de los trillados circuitos turísticos, como quedarse atrapado en un atasco de vacas y gauchos en una remota carretera sin asfaltar o recorrer el paseo marítimo de Montevideo junto a los vecinos que pasean con el mate a cuestas.
• Carnaval: Bailar al ritmo de la percusión durante el carnaval de Montevideo, que dura un mes.
• Punta del Diablo: Atrapar una ola o asistir a una fiesta playera nocturna en el bravío litoral norteño de Uruguay.
• Baños termales: Poner en remojo los cansados músculos en unos baños termales cerca de Salto.
• Mapas.
• Transporte.
Incluye: Montevideo, Colonia del Sacramento, Mercedes, Salto, Valle Edén, Punta del Este, La Pedrera, Punta del Diablo, Parque Nacional Santa Teresa, Comprender Uruguay, Guía de supervivencia.