Las neurociencias han descubierto que la práctica de mindfulness favorece la disminución de la ansiedad y el estrés e incrementa la concentración. Los padres pueden mejorar la comunicación en el hogar, reducir la conflictividad y contribuir al bienestar. Lo mismo sucede en las aulas o los consultorios.
Vivimos acelerados, ansiosos por el futuro o emocionalmente cargados por asuntos del pasado, y el estrés o la insatisfacción nos invaden. Pero con solo prestar atención, ya activamos de forma natural los recursos que nos permiten mejorar nuestra calidad de vida. Esto nos posibilita despegarnos de nuestros condicionamientos para observarnos y registrarnos, o para captar a un hijo, un alumno o un paciente tal como son. Estar atentos siempre es cuidar.
Integrando el cuerpo y la mente, mindfulness nos entrena en la atención, momento a momento, amorosamente y con curiosidad. Ayuda a que padres, educadores, profesionales de la salud, niños y jóvenes aumenten su capacidad de estar más despejados y conectados.
Basada en su experiencia como terapeuta y entrenadora en mindfulness, Marina Lisenberg ofrece en este libro recursos para lidiar con el estrés y el sufrimiento innecesarios. Para que tanto los adultos como los niños y los jóvenes descubran los beneficios de la práctica de la atención plena y puedan elegir libremente la forma de darle sentido y plenitud a su vida.