Un retrato de una de las figuras más relevantes de la II República, escrito por la pluma privilegiada de una pionera del periodismo.
Huyendo de todo lo que se espera de una biografía de un político al uso, Josefina Carabias nos dejó un libro que es mucho más que una semblanza de un hombre de ideas que tropezó con la amarga realidad de España. Es también una crónica vívida del Madrid de una época irrepetible, el de las tertulias en cafés y el voto femenino, por el que se pasean personajes como Unamuno y Valle-Inclán. Y es, sobre todo, una reivindicación de Carabias como pionera del periodismo español, un ejercicio literario vibrante que no renuncia a la veracidad, a la altura de nombres como Chaves Nogales.