Inventario de sitios perdidos y amigos muertos antes de tiempo, Barcelona fantasma constituye el retrato fragmentario de una ciudad que fue y que ya no es. A veces melancólico, a menudo irónico y casi nunca moralista —aunque sí teñido de un cierto fatalismo amable—, Ramón de España reconstruye la Barcelona underground de los setenta y ochenta a través de una serie de lugares y personas que ya no están; «cadáveres gloriosos» que alguna vez habitaron y adornaron la ciudad de literatura, cine, música y, por qué no, de dipsomanía en los más famosos tugurios de la época.
En la película de Woody Allen "Otra mujer", Gena Rowlands se preguntaba si un recuerdo es algo que se tiene o algo
que se ha perdido. Algo parecido se plantea De España en este centenar de crónicas que, como escribe Javier Cercas, bien pueden leerse como «un autorretrato descaradamente subjetivo y militantemente personal» sobre su autor, evocando sus vivencias en la ciudad que lo vio nacer y que, ahora, solo existe en su memoria.