La noticia de la muerte de Gema Brunés, la modelo más famosa del país, se riega por internet a través de poderosos medios de comunicación. El círculo social que la vio ascender como símbolo de belleza y se obsesionó con ella —sus publicistas, padrinos, amantes, enemigos— trata de entender, y disfruta y lamenta, su desaparición.
Esta novela de Fanny Buitrago, publicada por primera vez en 2003, imagina con astucia la Bogotá de algún futuro (con televisores de bolsillo, relojes que toman fotografías y atracciones turísticas digitales) y muestra las relaciones de una clase alta que sigue los dictámenes de la publicidad y se rige por el estatus. La literatura siempre se adelanta a la realidad.
"(...) muchachas obsesionadas con el cuerpo, cuando finalmente la gente termina queriendo a los demás es por lo que piensan y por lo que hablan, mientras la belleza pasa y pasa. Hay una cantidad de gente de consumo, a la que consumen como tomar gaseosa o cerveza, pasan y pasan… Sus cuerpos son, desafortunadamente, desechables", Fanny Buitrago.